El Parque Natural del Gorbea es el más extenso de la Comunidad Autónoma Vasca y se encuentra en territorio vizcaíno y alavés. El Gorbea (1.482metros) es la cima más alta y es allí donde se encuentra la famosa “cruz del Gorbea” de 17 metros. Se ha convertido en un punto de referencia para el montañismo vasco y es tradición subir hasta ella el último día del año y el 31 de Julio, San Ignacio. Foto: Zigor Arteaga.
Foto: Zigor Arteaga.
Vista de las campas de Arraba, paso tradicional para ascender al Gorbea desde su vertiente vizcaína, donde pastan habitualmente caballos y ovejas. Al fondo el pico Lekanda y el refugio Ángel Sopeña de la Federación Vizcaína de Montaña. Foto: Zigor Arteaga.
Foto: Zigor Arteaga.
Itxina es un magnífico ejemplo de formación kárstica. El agua de la lluvia ha disuelto la dura roca hasta provocar un macizo agrietado donde se pueden encontrar decenas de kilómetros de galerías subterráneas con caprichosas formaciones. Su acceso más característico es el ojo de Axular. El interior del macizo es un laberinto de simas y dolinas, rodeado por un cresterio, que en su vertiente norte forma las inconfundibles Atxas de Itxina. Foto: Zigor Arteaga.
Foto: GAES
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Inmersa en el laberinto de Itxina se encuentra la cueva de Supelegor, una de las moradas de Mari, la diosa de la mitología vasca. Vive junto a las lamias (mujeres con pies de pato) y sorginas y la leyenda dice que mientras Mari se encuentra en Supelegor las cosechas son abundantes. Foto: Zigor Arteaga.
Inmersa en el laberinto de Itxina se encuentra la cueva de Supelegor, una de las moradas de Mari, la diosa de la mitología vasca. Vive junto a las lamias (mujeres con pies de pato) y sorginas y la leyenda dice que mientras Mari se encuentra en Supelegor las cosechas son abundantes.
Sus aguas se ocultan en el sumidero de Arraba, atraviesan kilómetros bajo el macizo de Itxina y emergen en la surgencia de Aldabide, donde se forma esta preciosa cascada. Foto: GAES
En Gorbea encontraremos preciosos hayedos trasmochos. En el siglo pasado las hayas se podaban sucesivamente para la obtención de carbón vegetal. Esta actividad ha transformado profundamente el paisaje de Gorbea, tanto por las carboneras que podemos encontrar, como por los caminos muleros utilizados para transportar el carbón, incluso por los lugares más agrestes. Foto: GAES
Los recursos del Gorbea no sólo se han utilizado para la explotación de carbón vegetal, también se utilizaba para abastecer de hielo a los pueblos cercanos y, especialmente, a Bilbao. Para ello se construyeron puentes como este sobre los neveros. El hielo se extraía con cubos y cuerdas y era transportado por mulas. El nevero de la foto es conocido popularmente como neberabaltz o neberabarri. Está en la parte SE del macizo y tiene una profundidad de 26 metros. Fue el más importante de Bizkaia porque se podía extraer hielo durante todo el año. Foto: Zigor Arteaga.
Hasta la llegada del maíz y la patata la castaña era un alimento básico. Por eso en Gorbea podemos encontrar estas construcciones de piedra seca que conservaban las castaña en sus erizos en buenas condiciones, de ahí el nombre ericeras. A finales del siglo XIX los castaños fueron desapareciendo por la enfermedad de la “tinta” y las ericeras poco a poco dejaron de utilizarse. Foto: Zigor Arteaga.
Pequeño paseo espeleológico de 40 metros, de fácil acceso. Foto: Zigor Arteaga.
Se han encontrado varios menhires en el Parque Natural del Gorbea. Tienen más de 4.000 años. El que se ve en la foto es el menhir de Arlobi, de casi cinco metros de altura. Foto: GAES